Cáceres, 21 de septiembre de 2021.- es, han acudido hoy al colegio con sus mascarillas, por lo que “el conflicto se ha resuelto en el ámbito educativo gracias a la mediación, el seguimiento realizado desde el centro y la disposición de la familia al diálogo constante”.
Las dos alumnas de 3º y 5º de Primaria, que no acudían a clase porque su familia se negaba a que llevaran la mascarilla en cumplimiento del protocolo de prevención de la COVID-19, han sido recibidas con aplausos por sus compañeras y compañeros. Así, la jornada escolar ha transcurrido “con normalidad y alegría”, ha asegurado Amaya.
El secretario general de Educación ha dicho que en Educación los conflictos siempre se abordan desde la mediación y el diálogo, poniendo de acuerdo a los distintos sectores de la comunidad educativa. Siguiendo el procedimiento habitual en estos casos, desde el primer día de clase hasta ayer, las tutoras y la dirección del centro han estado en contacto con la familia para preocuparse por la situación de las niñas y la familia siempre ha estado dispuesta a escuchar a los docentes.
Francisco Javier Amaya ha destacado que en todo este proceso, la Consejería de Educación y Empleo “siempre ha primado el interés superior del menor, la integridad de estas niñas, sin poner en peligro la salud y la seguridad del resto de miembros de la comunidad educativa”.
En este sentido, Amaya ha precisado que el día que, de forma provisional, las alumnas estuvieron en un aula separadas de sus compañeros y compañeras, se hizo extremando las medidas de seguridad, como son la ventilación y la distancia interpersonal.
Además, el secretario general ha dicho que, aunque el caso se ha resuelto en el ámbito educativo, la Consejería de Educación y Empleo seguirá solicitando a la Fiscalía de Menores su informe “para que nos sirva de ejemplo de cómo actuar cuando tengamos constancia o indicios de que se puedan estar vulnerando algunos de los derechos fundamentales”.
Francisco Javier Amaya ha solicitado la colaboración de los medios de comunicación para que “las alumnas dejen de ser el foco de atención y el centro pueda seguir el curso con normalidad, como el resto del centros educativos de la Comunidad”.
