El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha destacado este miércoles el potencial del patrimonio extremeño para el impulso turístico de la región.
Además, ha abogado por “ser leales con nuestra historia” y ha valorado la “oportunidad” que supone para Extremadura los reconocimientos de la Unesco como las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de Mérida, Cáceres y Guadalupe; las Reservas de la Biosfera de Monfragüe y del Tajo Internacional, y de la Siberia; así como el Geoparque de Villuercas-Ibores-Jara, que suponen no solo “un atractivo tirón, sino una marca potentísima que permite ir, poco a poco, creciendo en el ámbito patrimonial”.
Así se ha manifestado el jefe del Ejecutivo regional en Mérida durante su intervención en el acto institucional conmemorativo del 50 aniversario de la Convención del Patrimonio Mundial. Un acto al que también ha asistido la consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores Redondo.
En este marco, Fernández Vara ha señalado que el patrimonio es “algo que está absolutamente vivo y que tenemos que valorar en su justo término y en su justa medida”.
De esta manera, ha distinguido que España es “un país con ciudades preciosas” y es que, ha remarcado, “probablemente no hay lugar en el mundo con ciudades tan bonitas y tan ricas, desde el punto de vista patrimonial, como las nuestras”.
En este sentido, ha explicado que para el desarrollo de las ciudades en España, al inicio de la nueva etapa democrática, se tomó como referencia el modelo norteamericano “sacando fuera de los centros urbanos” los comercios, las universidades y las áreas residenciales hasta que “nos dimos cuenta que estábamos construyendo ciudades miméticamente iguales que las de otro sitio, quedándonos sin nuestra seña de identidad que es nuestro patrimonio”.
Por ello, ha señalado, “ahora estamos en el proceso inverso” en el que “las grandes empresas están creando marcas más pequeñas para ubicarlas en el centro de las ciudades”.
Respecto a esto último, el presidente extremeño ha valorado los avances normativos y ha recordado que “venimos de una tradición muy reglamentista en la que legislamos y de un tirón hacemos la ley, el decreto y la orden que la desarrolla hasta que nos encontramos con los cambios en la historia”. Un hecho que, ha advertido, puede “generar soluciones pero también problemas”.
Por tanto, ha abogado por “tomar medidas” que permitan la conservación del patrimonio con la modernización de los cascos históricos favoreciendo, a su vez, la eficiencia energética, de manera que “vivir” en el centro de las ciudades sea “una oportunidad y no un castigo”.
Todo ello, ha sostenido, exige “implantar cambios si no queremos vaciar los cascos históricos por pagar mucho más por la energía de lo que se paga en otras zonas”, además de la falta de acceso a internet de alta velocidad.
Por último, el presidente extremeño ha instado a preservar, en la medida de lo posible, “nuestra cultura, tradiciones e historia”.
